Un nuevo horizonte

El aforismo “La mujer no existe” es un eslabón principal en la enseñanza de Lacan. Encontramos en él el inicio de una elaboración que permitió ir más allá de los límites con los que se encontraba el psicoanálisis, abriendo para este un nuevo horizonte.

Estos límites ya los había ubicado Freud en relación a la feminidad al final de su obra, en 1937, cuando al preguntarse sobre el final del análisis planteó sus dificultades en relación al rechazo de la feminidad. Lo ubicó en la mujer en relación a la envidia del pene, así como en el hombre a la desautorización de la feminidad1.

Por ese mismo tiempo, en 19382, encontramos de forma muy temprana en la obra de Lacan lo que llama “la ocultación del principio femenino debajo del ideal masculino”. Pero no es hasta mucho más tarde que lo empieza a desvelar, levantando así una barrera en la que quedaba comprometido el psicoanálisis mismo.

Debes acceder para ver el resto del contenido. Por favor . ¿Aún no eres miembro? Únete a nosotros