Texto de Marie-Hélène Brousse
La segregación, en este siglo XXI, se declina en plural.*¿Qué puede enseñar el psicoanálisis sobre este tema que habitualmente compete a otras disciplinas como la antropología, la sociología, la historia, los cultural studies, las ciencias políticas y jurídicas?
Esta palabra del lenguaje corriente, de uso común, incluso popular, que experimentó una definición jurídica en algunos Estados, en periodos concretos de la historia, ha sido objeto de una aproximación recurrente en Lacan y en el psicoanálisis de orientación lacaniana actual. Aún más, en Lacan se presenta como una predicción. Lo evidencia su Nota sobre el padre:
Creo que en nuestra época, la cicatriz de la evaporación del padre es lo que podríamos poner bajo la rúbrica y el título general de segregación. Creemos que el universalismo, la comunicación de nuestra civilización, homogeniza las relaciones entre los hombres. Mi opinión es la contraria, pienso que lo que caracteriza nuestro siglo, y podemos no darnos cuenta de ello, es una segregación ramificada, reforzada, en todos los niveles, lo que no hace más que multiplicar las barreras.1