Salvaje, política, psicoanalítica
Texto de Lilia Mahjoub
El título del próximo congreso introduce la transferencia en todos sus estados y especifica en el subtítulo algunos de ellos.* El orden de los términos que designan estos estados, salvaje, política y psicoanalítica, no supone ninguna progresión. Pues estos estados se distinguen, se articulan, también se separan, pueden coexistir a veces, cruzarse, incluso colisionar.
Comenzaremos por el último, la transferencia psicoanalítica, que nos impone mencionar a los dos primeros como estados que, en efecto, existen pero que pueden, llegado el caso, quedar subvertidos por el que compete específicamente al psicoanálisis.
La palabra “transferencia”, que no pertenece específicamente a la terminología psicoanalítica, tomó en primer lugar, como noción, una definición muy amplia en el campo del psicoanálisis concerniendo a un conjunto de fenómenos relativos a las relaciones entre el paciente y el analista. Esto dio lugar a tantas concepciones como observaciones propias de cada analista, de donde se derivó una dificultad para poder entender su verdadero resorte.