por Stefan Zweig | A Freud, Número 30/31
Stephan Zweig Permítanme, en presencia de este glorioso féretro, unas palabras de estremecido reconocimiento en nombre de sus amigos vieneses, austríacos y mundiales, en aquella lengua que Sigmund Freud enriqueció y ennobleció con su obra en forma tan grandiosa.[1]...