El llenguatge no és res més que una altra terra.6
Perejaume

 

Iniciamos aquí una lectura7 del texto de Jacques Lacan de 1971 titulado «Lituraterre», Lituratierra en la lengua que nos habla, una lengua que no se reduce al sistema de signos que la lingüística toma como objeto de estudio, como si fuera sólo un instrumento de comunicación, sino una lengua que Lacan escribirá también con otro neologismo, lalangue llamada francesa. Lalengua, escrito todo junto, es el nombre de la lengua que nos habla sin saberlo todavía —ni nosotros que pensamos hablarla ni la lengua misma que no se lo piensa—, allí donde la palabra dicha rompe su unidad y nos hace tropezar para decir finalmente lo que no queríamos decir y no sabíamos que sabíamos decir. Es lalengua del inconsciente y es también lalengua del goce, del goce de la letra donde, a veces, quien piensa hacer literatura se reconoce sin saber que hace lituratierra.

Litura, littera

Lituratierra transforma así Literatura con un retruécano por una conmutación de sílabas8. El retruécano exacto sería «Lituratera», pero perdemos la erre de la tierra, la erre que nos hace errar en el yerro. Es un error del habla. Yo no lo quería decir, pero es lo que acabo diciendo. Lapsus linguae o chiste involuntario, da igual cuando hacen el mismo trabajo, el retruécano vuelve a los labios de quien habla y a la oreja de quien escucha con una inversión de letras. Metátesis, lo llaman también los retóricos.

Debes acceder para ver el resto del contenido. Por favor . ¿Aún no eres miembro? Únete a nosotros