Hay ocasiones en las que un libro es muchas más cosas que un libro. Esta es una de esas ocasiones. Respondía Miquel Bassols mediante un texto de despedida a Rosa Mª Calvet a su deuda con ella, y dejaba la pregunta abierta de la deuda que cada uno había contraído estando a su lado a lo largo y ancho de su dilatada trayectoria analítica e institucional, desde finales de los años ’70 hasta su fallecimiento en 2019.

La anterior Junta directiva de la Comunitat de Cataluyna de la ELP, bajo la dirección de Montserrat Puig tomó a su cargo inscribir y darle un merecido lugar a la falta de Rosa. Y lo hizo mediante uno de los objetos que más inspiraba amor a Rosa Mª Calvet: un libro. Y no solo amor, sino, como lo señala Vicente Palomera en el Prólogo, también “voracidad”.

Los integrantes del Comité editorial coordinados por Mari Cruz Fernández, tuvimos la ocasión de responder, cada uno a su manera, por esa deuda mencionada al principio recopilando todos los textos que se pudieran encontrar de Rosa. Una tarea que dio como resultado –gracias, entre otras cosas, a ese inagotable pozo sin fondo que resultó ser la biblioteca personal de nuestra colega Elvira Guilañá- un importante número de textos cuya selección estuvo orientada, no sólo por su elevada calidad teórica y/o clínica, sino también por su inaccesibilidad, dado que se encontraban agotados en ediciones antiguas y que, por lo tanto, eran de difícil consulta. Además, se tuvo el cuidado de revisar y corregir los errores que se fueron encontrando en aquellas ediciones, junto con la puesta al día, por parte de Rosalba Zaidel, de toda la bibliografía referenciada en todos y cada uno de dichos textos.

Siguiendo la orientación de Vicente Palomera de ordenar los textos seleccionados bajo los ejes Epistémico, Político y Clínico, y tal y como señala Montserrat Puig en la presentación “Los textos que leerán ponen en evidencia y hacen sentir lo vivo de su relación con el psicoanálisis de orientación lacaniana”. En efecto, y no sólo lo vivo, sino también lo vivo actualizado aun y a pesar de la “antigüedad” de los textos recopilados. Actualizados no sólo en su diálogo con la IPA (International Psychoanalytical Association) enredada en sus propios impasses cuanto más se desorienta por fuera de los conceptos clave freudianos, sino también con esa medicina a veces intrusiva, cuando no francamente reduccionista y autoritariamente acaparadora a la hora de explicar fenómenos subjetivos que escapan claramente a su campo de acción; con la psiquiatría que se ha dejado arrullar en los brazos de la biología más cerril y, por supuesto, con la ciencia en general, sobre todo con la que obtura con sus cálculos infernales lo imposible de formular de la relación sexual. No sin polemizar con el feminismo que “olvida” lo femenino y, por supuesto, seguir manteniendo también y fundamentalmente un diálogo con el psicoanálisis mismo. Un diálogo crítico munido de las herramientas conceptuales del Freud más incisivo, cortante y perturbador.

Espíritu crítico que ya arranca con el primer texto del libro “Juego de Damas” fechado en 1981, una verdadera declaración de principios, y en el que arroja sobre el tapete toda una serie de temas que, junto con muchos otros, se irán desarrollando a lo largo del libro: qué es un niño, qué es una madre, qué es un padre…; el eco de la polémica de la fase fálica con su normalización en el Edipo y su punto de fuga en el mito de Totem y Tabú; las controversias sobre la sexualidad femenina; el doloroso tridente satisfacción/culpa/castigo en la constitución del síntoma; las consecuencias de la no inscripción de la relación sexual en lo inconsciente; la formación y el deseo del analista en la Escuela del Pase, etc., etc…

Todo ello enmarcado en una problemática de fondo que también está explicitada en el arranque del libro y que, como tal, es de la más rabiosa actualidad: ¿qué es leer? Para el caso, el cómo se leen o se han leído por otros y por nosotros mismos, los textos constituyentes del psicoanálisis. Cuestión esta siempre decisiva para el futuro del psicoanálisis mismo.

Consecuentemente con esto, se puede apreciar la huella de esa lectura de los conceptos fundamentales por parte de Rosa, en la exposición de los cuatro casos clínicos que abrochan como cierre el libro. Y que son, me parece, un excelente ejemplo de cómo a partir de los conceptos desarrollados en los anteriores apartados, se puede hacer una exposición clínica de cada caso, sin que todo el aparato conceptual desplegado en dicha exposición oscurezca la comprensión por parte del lector interesado. Antes al contrario, llegan a arrojar una luz que, precisamente por respetar las zonas de sombra, constituye una enseñanza.

Es por eso que el recorrido por los artículos de esta cuidada selección evocan su título, “La manía del sentido” en tanto apunta a una experiencia, en la orientación lacaniana, en la que el acto analítico acaba yendo siempre a contrapelo de eso que hoy mismo se puede calificar de una demanda de sentido maníaca en la que todo lo que nos ocurre, todo lo que nos acontece, ha de quedar convenientemente explicado, es decir, identificado. En este punto, nunca está de más recordar a Jacques Lacan cuando alertaba que internarse únicamente por la vía del sentido era un camino perdido hacia la religión; sin importar que ahora, podríamos añadir, esta religión aparezca disfrazada de Summa científica.

En definitiva, -y ya va por la segunda edición-, un libro único, sin par, como naturalmente también lo era su autora, Rosa Mª Calvet i Romaní, y con el que hemos querido dar cuenta de ello y rendirle un afectuoso y merecido homenaje.

* La “manía” del sentido, Rosa María Calvet i Romaní. Ed. CdC-ELP-Catalunya – 2020.

José Manuel Álvarez

josemalvarezlopez@gmail.com