Con el término de lalengua Lacan plantea una nueva articulación entre el significante y el goce.
Lalengua en tanto que anterior al lenguaje se presenta como un enjambre significante, un enjambre de Unos que antecede a la diferencia y articulación del significante. Por lo tanto lalengua no está al servicio de la comunicación. Ella está al servicio del goce en la medida en que significante y goce estarán en coalescencia
Lalengua es oída por el infans en la familia, vehicula el deseo de los padres, constituye lo que en Lacan con Joyce Jacques-Alain Miller denominó como “lalengua de familia”.
Lo que deja marcas, instila, como señala Lacan en su Conferencia en Ginebra “un modo de hablar”. Encuentro entre lalengua y el cuerpo que supone el surgimiento de un goce inédito, disarmónico, que tiene efectos de desregulación en el cuerpo y que constituirá el núcleo real del síntoma. Es su efecto de traumatismo. Lacan al contemplar su dimensión de agujero lo precisó como troumatisme. Y Eric Laurent en III Coloquio de la orientación lacaniana lo sitúo como “la falta del significante que se necesitaba… defecto radical en lalengua”.
En un tiempo posterior el inconsciente, en tanto que estructurado como un lenguaje, intentará cifrar, metabolizar dicho goce, si bien siempre quedará un resto irreductible. La experiencia del análisis posibilitará al ser hablante arreglárselas con ello, hacer de este irreductible una obra de arte, su sinthome.
Nuestro dossier, El trauma de lalengua, recoge los aportes de una serie de colegas en relación a este tema. François Ansermet, Guy Briole, Gustavo Dessal, Hebe Tizio, Mónica Torres, Miguel Ángel Vázquez, y Oscar Ventura, lo abordan cada uno desde una perspectiva diversa.
El apartado Litorales y residuos engrana bien con el dossier; el texto inédito en castellano de Jacques-Alain Miller así como el de Miquel Bassols exploran el estatuto de la letra a partir del escrito Lituraterre de Lacan.
A su vez, en el apartado Nuestros Analistas de la Escuela, los testimonios de Paloma Blanco y Felicidad Hernández nos posibilitan leer cómo cada una de ellas hizo de modo singular con esa marca irreductible del trauma.
Este número de la revista cuenta con tres apartados más.
Elección del sexo, en el que Philippe Lacadée y Adolfo Zenoni abordan aspectos relativos a la sexuación en el ser hablante, el hecho de adquirir una posición sexuada a partir de este goce de lalengua.
Variaciones recoge dos trabajos muy interesantes. Nathalie Georges-Lambrichis trata sobre los usos y mitos poéticos y psicoanalíticos. Patricia Heffes aborda la triada: Uno, iteración y real a partir del curso El Ser y el Uno de Jacques-Alain Miller.
Finalmente, el apartado Tiempos de Escuela, en el que Daniel Cena, Shula Eldar, José Rubio así como los testimonios de Irene Kuperwajs y Lidia Ramirez dan cuenta de cuestiones relevantes acerca de la formación y la trasmisión en psicoanálisis
Una buena lectura de parte de la Redacción
Julio González