Parto de una constatación para formular una hipótesis: hay un hilo rojo que atraviesa de punta a punta una serie de textos, de cursos y de intervenciones de Jacques-Alain Miller, un hilo que va al menos desde 1982, con Clínica Bajo Transferencia, y llega a mayo de 2017 con Campo Freudiano, año cero y el Seminario Point de capiton. Es siguiendo este hilo rojo que podemos situar los momentos fundantes del trabajo de las Escuelas de la Asociación Mundial de Psicoanálisis y del Instituto del Campo Freudiano. El año 2017 fue, en efecto, un point de capiton que ha resignificado este hilo rojo y que, he de suponer, no ha dejado a nadie indiferente. De hecho, nos jugamos el destino del trabajo que hemos estado haciendo durante todos estos años y, me atrevo a decir sin ninguna pretensión, el destino del psicoanálisis de orientación lacaniana, también en nuestro país. Es un hilo rojo que sigue la lógica de la transferencia en el grupo analítico, pero es una lógica que se deduce de la transferencia tal como funciona en la propia experiencia analítica. Por decirlo así, la transferencia en el grupo analítico es una “extensión” de la transferencia tal como la concebimos en la experiencia analítica. Entonces mi hipótesis es simple: hay que seguir la lógica de este hilo rojo para entender el momento en el que estamos, y para tomar posición sobre lo que está hoy en juego para transmitir la experiencia de la Escuela. Es aquí donde toma todo su sentido la expresión “transferencia de trabajo”.

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