Freud consideró a la sublimación como uno de los destinos posibles de la pulsión, mediante el cual la pulsión sexual es apartada de sus metas sexuales directas, y es encaminada hacía metas no sexuales, más altas, de orden cultural, y socialmente valoradas. Freud siempre se preguntó acerca de las vinculaciones existentes entre sublimación, creación artística y síntoma. También acerca de la relación entre sublimación y práctica analítica.

Lacan abordó a lo largo de su enseñanza este concepto freudiano y sus dificultades. Al final de la misma, y a partir de la lectura de la obra de James Joyce, logró traducirlo al forjar el concepto de escabel. El escabel da cuenta de la sublimación pero en tanto que fundada en la negación del inconsciente y entremezclada con el narcisismo. Escabel y creación artística están íntimamente ligados, como evocaba Jacques-Alain Miller en su Presentación del tema del X Congreso de la AMP en Río de Janeiro (2016) el artista hace de su síntoma un escabel, hace de él el pedestal sobre el que elevarse a la dignidad de la Cosa. La cultura es el reservorio de los diversos escabeles

Para Lacan el artista nos llevó siempre la delantera, desbrozó el camino, lo que nos hace poner en relación la práctica analítica con el arte, más que con la ciencia y la religión. Así mismo, tal y como Lacan expresó en sus Conferencias en las Universidades Norteamericanas: “explicar el arte por el inconsciente me parece de lo más sospechoso, es lo que hacen sin embargo los analistas. Explicar el arte por el síntoma me parece más serio”. Ni el arte, ni el síntoma se reducen a ser consideradas como formaciones del inconsciente.

Solidariamente a su consideración del escabel, Lacan promovió al final de su enseñanza el concepto de sinthome como aquello a lo que apunta la práctica analítica en su política, en la medida en que es una práctica que opera una reducción del síntoma para cernir el sinthome, apoyándose para ello en un uso del significante en tanto que separado, disyunto, de los efectos de sentido.

Creación artística y sínthome tienen algo en común, hay una cierta analogía entre las obras de arte y lo que se encuentra en la práctica analítica. Ambos no pueden reducirse totalmente al sentido, pues ambos dan cuenta de un saber hacer con lo real, de una invención particular que el sujeto encuentra frente a ello. Sin embargo, es preciso también precisar sus diferencias, qué diferencia entre escabel y sinthome; qué diferencia el uso que Joyce hizo de su sinthome para construirse un escabel, del que se hace en el momento del pase.

En este nuevo número de El Psicoanálisis te ofrecemos, querido lector, un dossier que con el título de Invención, Creación, Escabel recoge varios trabajos con los que aproximarse a estas cuestiones. Este dossier se complementa con el texto de Jacques Lacan Homenaje a Lewis Carroll; y con el de Jacques-Alain Miller Siete observaciones sobre la creación.

Junto a ello, se ofrece un amplio e interesante sumario del que no vamos a desvelar sus secretos. Quiero mencionar, en todo caso, los testimonios de dos AE de la Escuela Una, así como el Informe del cartel del pase D-11 (2017-2019) de la ELP.

Buena lectura,

Julio González