Texto de Patricia Heffes
¿Qué es “el fin de la infancia”? ¿Una cuestión filosófica, sociológica? ¿Se trata de una referencia a los modos de gozar? ¿Cómo se articula con la identificación? El fin de la infancia puede entenderse como desaparición o como límite temporal; también remite a diversas concepciones históricas. Una multiplicidad de sentidos que sería importante definir, y también haría falta alguna reflexión sobre por qué se incluye el fin de la infancia en el marco del fenómeno actual de generalización identitaria.
Se puede considerar la infancia como una edad de la vida o también pensar la infancia como lugar, topos, una construcción de la cual solo contamos con recuerdos que se refieren a ella. Lyotard escribe Lecturas de infancia buscando, a través de la escritura de otros, el modo de decir cuál es ese lugar que se recuerda, que inunda el discurso, pero que no se conoce, en una referencia al saber que no se habla. Un trabajo1 sobre el texto de Lyotard hecho hace ya largo tiempo, desembocó en esta idea topológica del concepto de infancia.
Giorgio Agamben2 por su parte, propone pensar el concepto de infancia en relación con lo que llama la experiencia, incluyendo –al igual que Lyotard– la idea de construcción. Tomando como punto de partida aquella versión topológica, el trabajo de Agamben sobre la experiencia puede servir para abordar esto que se ha llamado “el fin de la infancia”. Desde esta perspectiva, intentaremos establecer cuál es su relación con las identidades jugando entre dos perspectivas: filosófica y psicoanalítica.