Cada informe que un cartel del pase redacta al terminar su periodo de dos años y presenta a la Escuela es un texto que da cuenta de la práctica efectiva del pase en una Escuela en un periodo determinado. No es pues un texto doctrinal, sino el fruto de una experiencia. Por lo tanto está atravesado, esa experiencia está atravesada, por diversos avatares. Por los de la Escuela y la AMP, y por los del cartel mismo.
En esta ocasión no han sido menores, como señala Santiago Castellanos en su introducción del informe del Cartel D113 (2021-23).
La ELP tuvo su Colegio del pase durante el segundo año de su función, del que salió un nuevo reglamento del pase aprobado por los miembros del la ELP el mes de septiembre pasado, con la orientación de retomar los fundamentos del pase de la “Proposición del 9 de octubre de 1957 al analista de la escuela” de Jacques Lacan. Ello supone poner a prueba “se hace el pase una sola vez” como consecuencia de “el pase acontecimiento”. Orientación compartida con las otras escuelas de la AMP.
En el mismo reglamento se ponen los instrumentos para que la experiencia pueda revertir en la Escuela y en el psicoanálisis al establecer las enseñanzas del dispositivo que se añaden a las del AE y la periodicidad del Colegio del pase cada dos años.