Desde que Rousseau introdujo la imagen del lazo social, esta es empleada de maneras muy diversas. Por lo general, se pone el acento en lo que une entre sí a un conjunto de personas y en lo que éstas han de tener en común para estar así conectados. Todo aquello que las separa o que privilegia lo que no comparten es, en consecuencia, relegado al rango de las patologías del lazo o imputado a la huraña naturaleza humana. La metáfora correlativa, fecunda aunque limitada, se ha cargado así de connotaciones morales e ideológicas que hacen difícil formalizar la estructura de los lazos sociales.
Para un abordaje que aspire a sortear esa dificultad, resultará ventajoso entender ese lazo como una interacción compleja y pensar sus manifestaciones como unas fuerzas que, a pesar de no componerse unas con otras vectorialmente ni regirse por las leyes de Newton, inciden en las formas en que los actores sociales involucrados proceden, hablan, sienten y gozan. En concordancia con esto, la naturaleza discursiva de tales interacciones impone concebir como discursos los campos responsables de éstas. La analogía formada por las relaciones campo-fuerza y discurso-lazo es compatible con la formalización que Lacan presentó en El reverso del psicoanálisis.
Los cuatro discursos allí discutidos remiten a otras tantas conformaciones posibles del lazo social entre personas. Pero no todo lazo social está estructurado como alguno de esos discursos. Lo veremos en los ámbitos económico y científico.
I. Un equipo de investigadores realiza un descubrimiento experimental. Tras someterlo a las pruebas requeridas, difunde su hallazgo en una revista científica. Varios especialistas que la leen repiten la experiencia, confirman el hallazgo y publican sus resultados en esa u otras revistas. El equipo pionero recibe premios y reconocimientos varios. Decenas de investigadores crean, perfeccionan, discuten y comparan modelos capaces de dar razón del hallazgo. El mundo científico debate los avances teóricos y empíricos obtenidos, los problemas planteados y los futuros proyectos de investigación, que habrán de movilizar más fondos y trabajadores…