Cada uno desde su posición
Cuando en la última Asamblea surgieron algunas voces diciendo que ya era tiempo de convocar el Colegio del Pase en la ELP, entendí que un nuevo instante de ver la Escuela en su actualidad se había producido. El malestar que estaba circulando había precipitado finalmente en la demanda al presidente.
Movida por el interés y también por la preocupación que la demanda se sostenga hasta su concreción, el 4 de diciembre escribí a Félix Rueda: “Considero que el dispositivo inventado por Lacan para la nominación de los analistas es una creación lógica inigualable. Sin embargo, la experiencia ha requerido ajustes y arreglos en distintos momentos. Y este es uno de ellos. He sido testigo de los primeros pases en los que la lógica dominaba, de modo tal que era difícil captar algo acerca de la experiencia del Uno. Actualmente, hemos visto borrarse la lógica para hacer del Pase un relato del recorrido del análisis de un parlêtre, llevado a su fin. ¿Es eso un Pase?”
Quería expresar mi apoyo a la propuesta de convocar el Colegio del Pase, y sugerir que la convocatoria estuviese precedida por un espacio de debate entre los miembros. En ese momento ya se estaba gestando el debate en la ELP, un debate que pueda acoger el malestar en relación con el devenir del procedimiento, la nominación y las enseñanzas de los AE.
Así que decido participar en este Blog, no sólo por la amable invitación de Félix Rueda, sino porque he apostado a este debate y porque la Escuela de Lacan tiene como condición el Pase, ya que de lo contrario devendría asociación.
Escribo como miembro de la Escuela y a partir de algunas experiencias en el procedimiento.
Repensar el pase es la propuesta, para lo cual plantearé algunas cuestiones.