23 de septiembre de 2023

Presentación

Hemos elegido este seminario por varias razones. Entre ellas vamos a destacar algunas.

En principio, la aparición de un nuevo seminario del Dr. Jacques Lacan es un hecho que trasciende el universo del Campo Freudiano, es un acontecimiento de la cultura en términos mucho más amplios. Es, si la palabra cultura tiene aún algún alcance en estos tiempos de debilidad intelectual, un oasis para el pensamiento, una escansión que permite hacer emerger un tiempo para comprender, un repliegue que nos sumerge en la lectura, el comentario y la reflexión serena sobre la enseñanza de Jacques Lacan y sus consecuencias para el discurso analítico.

Sería una cobardía retroceder en la pasión de inventar los antídotos que convengan inocular contra el empuje a la lógica de la instantaneidad y de la banalidad del discurso que hoy atraviesa el lazo social. Y sin ser ingenuos respecto a la potencia que la inercia del discurso produce en las subjetividades, apostamos cada vez, por renovar la orientación lacaniana del Psicoanálisis sin perder el horizonte de una época que merece, no solo ser interpretada por el Psicoanálisis, sino también, y en la la medida que podamos, rectificada bajo la lógica implacable del acto analítico, se inscriba este tanto en la practica cotidiana del Psicoanálisis, como en nuestra presencia en los debates que sostenemos con el conjunto de los discursos que habitan el lazo social.

Por otra parte, no perdemos de vista las orientaciones que Jacques-Alain Miller nos ofrece respecto a la aparición de este seminario. Un momento muy oportuno pues para el estudio minucioso. Por eso nos hemos planteado desarrollar en este seminario en dos años, clase por clase, con el detalle en el que conviene detenerse.

Jacques-Alain Miller en una conversación con Frédérique Roussel2 y ante la pregunta de: ¿Por qué este decimocuarto seminario se publica después del 16º o el 17º? Respondía: “Esa es mi fantasía. Siempre ha sido así, incluso durante la vida de Lacan. Este seminario es su taller, sigue varios hilos a la vez, y el punto de vista se desplaza lección tras lección. También marca una inflexión, ya que es entonces cuando Lacan comienza a darle a la lógica una importancia fundamental.

Y luego, La lógica del fantasma, así como el siguiente seminario con el que hace pareja, El acto psicoanalítico, me interesó particularmente en este momento. De hecho, entre los dos, Lacan introdujo su procedimiento del pase, la verificación del final del análisis. Sin embargo, ha habido muchos debates en torno a este dispositivo durante dos años en la Escuela de la Causa Freudiana -de la que soy miembro- y en la AMP. Publicar 14º y 15ª, este último programado para ser publicado dentro de un año, también responde a esta actualidad.”

Y por otra parte también, por ejemplo, Jacques-Alain Miller, nos ofrece sumergirnos en la génesis misma del aforismo de Lacan: No hay relación sexual, cuando nos transmite que: “La expresión «acto sexual» está tomada prestada del lenguaje común. Pero como Lacan la entiende, un acto verdadero cambia al sujeto, lo saca de su indeterminación, le confiere una identidad nueva. También, Lacan comienza destacando en el acto sexual su cualidad de acto. Eso, revelaría, entonces, la esencia de lo que es ser un hombre o ser una mujer. Este sería el momento en que tanto el uno como el otro serían plenamente lo que son. Sin embargo, para sorpresa de todos -asistí a este seminario, -¡giro de 180 grados! He aquí lo que Lacan lanza: «No hay acto sexual». Esto significa que, contrariamente a lo que pensaba anteriormente, fue llevado a concluir que el acto sexual no tenía las propiedades características de un acto, que no asegura de ninguna manera que la mujer y el hombre dispongan de una esencia determinada…”

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