Comentando la aparición del libro de Jean Delay, La juventud de André Gide,1 Jacques Lacan, en 1958, indicaba cuánto revela este libro del «arte de una composición.»2 Al igual que con este trabajo alabado por Lacan, el número especial de Ornicar? Lacan Redivivus nos captura con su arte que ha sabido aislar y distinguir, a través de archivos personales o públicos, correspondencias con personajes célebres, una carta a su padre, una a su hermano, pero también promover entrevistas, testimonios de los íntimos de Lacan, componiendo de este modo un Lacan público y un Lacan íntimo. Hojeando las páginas de este número especial, «el lector advierte que nada en él fue motivado sino por la preocupación de una ponderación exacta y delicada.»3
Así es como el primer informe escrito por el joven Lacan en 1917 se encuentra en el volumen después de la carta a su padre escrita un año después de dicho informe. Esto aclara la posición de sujeto del redactor del “Informe sobre la propaganda antialcohólica.”4 Consiste en lo siguiente: “me niego absolutamente a dejarme llenar la cabeza. Siguiendo el método científico observo primero lo que son los fenómenos, después estudio a qué leyes obedecen”.5 Refutando la creencia francesa de que los cambios de hábitos de un pueblo se hacen “con leyes y a golpe de decretos”, ironiza: “Artículo I. Todos los franceses serán virtuosos. Articulo II. Todos los franceses serán felices”6, y finalmente afirma su horror ante “el principio de autoridad: un hombre no tiene razón porque se llame Bossuer, Volataire o A. Compte”.7
Su personalidad se constituye a los diecisiete años, señaló Jacques-Alain Miller al comentar la “carta de Lacan a su padre” durante una presentación de Lacan Redivivus.8
Efectivamente, encontramos después de esta carta su primera exposición como vicepresidente de la conferencia. Este informe anual rinde cuenta, en el marco de las conferencias de Sain-Vincent-de-Paul, de las acciones llevadas a cabo por los jóvenes contra el azote del alcohol ante el “pueblo parisino.”9 Lacan tiene apenas dieciséis años en 1917. Escribe este informe aplicando sus principios.
Recordemos que el alcohol maldito causaba estragos durante esos años de guerra y era un “enemigo tan temible como Alemania.”10 Esta lucha se situaba, paradójicamente, entre leyes y reglamentos para limitar la excesiva alcoholización, incluso la prohibición de la absenta, pero también la incitación11 a consumir vino por parte de la academia de medicina, especialmente en el frente. Nombramos aquí al profesor Adolphe Pinard, ginecólogo y diputado, ardiente promotor del aumento de las cantidades de vino concedidas a los soldados para luchar contra el alcoholismo. La historia recordará su nombre por metonimia.