En el texto del Atolondradicho, en apenas dos frases, Lacan presenta —condensada— toda una tesis sobre el cuerpo del ser hablante, tesis que abre a la concepción del cuerpo en su última enseñanza. Para hacer una aproximación, la conferencia de Jaques-Alain Miller sobre la Invención psicótica1, dictada para introducir el tema del curso de la Sección Clínica de París 1999-2000 es fundamental. Tenemos la fortuna de que Miller se apoya en estas dos frases del Atolondradicho2, y realiza un trabajo de elucidación de las mismas. Vamos pues a utilizar la elucidación que aporta este texto para, desde allí, acercarnos a la nueva concepción del cuerpo3.
El cuerpo enigmatizado
Después de distinguir brevemente entre creación y descubrimiento, sitúa la invención como una creación, no ex-nihilo, sino a partir de materiales existentes, como un bricolaje. Sobre la invención toma un pasaje del Atolondradicho: «La función de cada uno de sus órganos le hace problema al ser hablante. Es en lo que se especifica el esquizofrénico, por estar tomado sin el auxilio de ningún discurso establecido».4 Dice Miller que esta es la tesis de Lacan que justifica la pertinencia de la invención en las psicosis.
Para hacer patente de qué se trata, evoca un caso clínico presentado por Samyra Assad (Brasil) de una esquizofrenia, el sujeto presenta perturbaciones en el nivel del lenguaje: xenopatía, y también, es lo que va a resaltar Miller, alteraciones a nivel del cuerpo. El sujeto tiene el sentimiento de estar fuera de su cuerpo, y precisa inventar los recursos para ligarse a él: se pone anillos en los dedos que tienen valor de lazos al cuerpo, se pone vendas en la cabeza, etcétera, que son realmente ataduras puestas sobre los órganos. Esto se puede considerar como invenciones.
Dice Miller: «Lacan nos invita a pensar que la esquizofrenia tiene la propiedad de enigmatizar la presencia del cuerpo, de volver enigmático el ser en el cuerpo».5
No solo para los casos de esquizofrenia. El ser hablante, como tal, tiene dificultades para acordar una función a cada órgano de su cuerpo: ¡Todos esquizofrénicos! La buena educación, los discursos, dicen lo que hay que hacer con el cuerpo, están los aprendizajes de las soluciones típicas, establecidas por el discurso corriente, pero esta distribución no opera sobre el esquizofrénico, él tiene que producirlas sin el apoyo del discurso común.