Texto de Félix Rueda
Si bien, esta Proposición,[1]* como Lacan mismo lo dice, ha de entenderse sobre el fondo de lectura de su escrito Situación del psicoanálisis en 1956,[2] también se ha de abordar sobre el fondo de los acontecimientos históricos de su excomunión de la IPA y del acto de fundación de su Escuela. Escuela a la que él mismo remite en el segundo párrafo de este escrito, cuando dice: “Esto se brinda a nuestra Escuela, tras una duración suficiente de órganos esbozados en base a principios limitativos”.[3]
Es decir, brinda a su Escuela fundada tres años antes, y ya basada en el principio de la permutación, una propuesta, una proposición. En esta propuesta dice: “Se va a tratar de estructuras aseguradas en el psicoanálisis y de garantizar su efectuación en el analista”.[4] ¿A qué se refiere?
Afirma que solo va a instituir “algo nuevo en el funcionamiento (…) de lo que surge la solución del problema de la Sociedad psicoanalítica”.[5] Situando el problema de dichas sociedades, lo cual no fue sin consecuencias para el propio Lacan, en el deseo de Freud, que “las quiso tal cual son”.[6]
Estas sociedades se fundan en un real, el real en juego en la formación del psicoanalista, que provoca “su propio desconocimiento, incluso su negación sistemática”.[7] Lo que llamará más adelante en el texto: un turbio rechazo, la Verleugnung.[8] Un no querer saber, del lado del desmentido fetichista, que recubriría el pasaje del analizante a analista.