Texto publicado en “Cuadernos Andaluces de Psicoanálisis” n. º 12, Granada, Octubre 1993; y editado con la amable autorización de su autor.

En la primera charla del seminario anual de la biblioteca de la E.C.F. consagrada al libro Joyce con Lacan, Jacques-Alain Miller hizo una presentación -en forma de observaciones- sobre el tema del año las psicosis y el sinthome. Françoise Schreiber reprodujo aquí amplios pasajes extraídos a lo largo de sus observaciones.

1. El arte es objeto

En psicoanálisis, el arte debe ser puesto en el registro de la producción, es decir, antes que nada —y en la literatura es más problemático— a título de objeto. Esto es lo que aportó Lacan contra el mismo Freud, que se valió con gusto de la literatura, del arte, a título de formación del inconsciente. Esto obliga a plantear la cuestión de saber si acaso todo arte no sería no interpretable, lo que Lacan formula finalmente con respecto a Joyce, a saber: que su arte está “desabonado del inconsciente”. ¿Qué ocurre entonces con este objeto de arte si por nuestra parte lo inscribimos como objeto ? Pregunta que, en sí misma, constituye un paso más en relación a lo que acabo de exponer, y, que después de todo, podría ser admisible sin una referencia a Lacan.

2. Un diagnóstico del artista

Esta primera observación no impide que se puedan diseñar las coordenadas inconscientes del objeto de arte. En efecto, si en tanto objeto no es interpretable, no por eso deja de estar situado en relación a las coordenadas del discurso, y nada impide localizarlo a partir de los términos del significante amo, del saber, del sujeto.

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