Conferencia en Baltimore, 1966

Según Jacques Lacan

“No sin reticencia dejo publicar este texto cuyo original está en inglés.[1] Sus editores señalan que el autor habiéndose expresado a veces en inglés, a veces en francés, a veces en una mezcla de los dos, se vieron obligados a presentar una transcripción corregida de sus frases, incluso a parafrasearlas. La retraducción al francés solo puede dar un resultado incierto. Esto es por lo que se trata solo de un según Lacan”.[2]

Jacques- Alain Miller

Hablar en inglés

Esta tarde alguien ha pasado cierto tiempo intentando convencerme de que mi mal acento resultaría, con toda seguridad, poco agradable a un público anglófono, y que intervenir en inglés sería un riesgo para lo que podemos llamar la transmisión de mi mensaje. En verdad, para mí constituye un caso de conciencia, dado que no hablar aquí en inglés contravendría mi propia concepción del mensaje –del mensaje tal como voy a explicarles, del mensaje, digamos, lingüístico.

El mensaje

Hoy en día, son muchos los que hablan en términos de mensaje. La hormona dentro del organismo es un mensaje. Un haz de luz utilizado para guiar un avión, o emitido por un satélite, es un mensaje. Y así sucesivamente. Pero, en el lenguaje, el mensaje es algo completamente diferente. El mensaje, nuestro mensaje, proviene del Otro, entiendo por ello “del lugar del Otro”. No se trata ciertamente del otro común, el otro con a minúscula, y esa es la razón por la que he asignado una A mayúscula a este Otro [Autre], del que les hablo ahora. Dado que en esta ocasión, aquí en Baltimore, parecería que el Otro sea naturalmente anglófono, me resultaría violento hablar en francés.

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